La directiva ATEX 1999/92/CE fija las obligaciones de los operadores y empleadores para la protección de los trabajadores durante la realización de trabajos en áreas potencialmente explosivas. El operador está obligado a fijar medidas técnicas y organizativas que evitan las explosiones. Con este fin deberá estimar, por ejemplo, el potencial de peligro y el riesgo de explosión, procurar que el entorno laboral sea configurado de forma segura y clasificar las áreas potencialmente explosivas en zonas en conformidad con las directivas, con el fin de utilizar de forma segura los aparatos clasificados por categorías. Además está obligado a confeccionar y mantener actualizado un documento sobre protección contra explosiones.
Por supuesto, en la directiva 1999/92/CE se fijan también otros temas con el objetivo de implementar de forma eficaz la protección contra explosiones. Tras la puesta en marcha reglamentaria de una instalación hay que monitorizarla y mantenerla, con el fin de garantizar su estado seguro y descartar todo peligro. El especialista dispone para ello in situ de documentación específica del producto (placa de características, instrucciones de servicio, certificado de ensayo de tipo CE, declaración de conformidad UE, etc.) y documentación de validez general (normas jurídicas, reglamento alemán sobre seguridad laboral BetrSichV, reglas técnicas sobre seguridad operativa TRBS, normas y estándares, etc.). La documentación completa específica del producto se ha de mantener actualizada y conservarse a lo largo del periodo de utilización completo del equipo, así como facilitarse también a los técnicos a quienes se hayan encomendado las tareas de mantenimiento y reparación.